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La utilización de los aberrómetros para cuantificar las aberraciones ópticas oculares, permite al profesional de la salud, el conocimiento más real de la óptica visual y una corrección óptica más eficiente de los problemas visuales. <em><strong>Objetivo:</strong></em> determinar las variaciones de las aberraciones corneales producidas por el lente de contacto. <em><strong>Materiales y métodos:</strong></em> se estudiaron 24 ojos no usuarios de lentes de contacto, divididos en tres grupos: 8 ojos con queratocono a quienes se les colocó lente de contacto rígido gas permeable (material VC 59), 8 ojos con astigmatismo refractivo miópico entre -1.25 D y -2.50 D, a quienes se les colocó lente blando tórico (Soflens 66 Tórico®) y 8 ojos con miopías entre 0.25 y 3.00 D, a quienes se les colocó primero lente blando esférico (Soflens 66®) y luego lente rígido gas permeable (Boston RXD®). <em><strong>Resultados:</strong></em> se encontró que la disminución de las aberraciones monocromáticas corneales fue del 68% en el primer grupo, del 25% en el segundo grupo, y en el tercer grupo con lente blando esférico, del 20% y 30% con lente rígido esférico. Los pacientes con queratocono corregidos con lente de contacto rígido mejoran significativamente las aberraciones monocromáticas corneales de bajo orden, y las de alto orden de coma, trifolio, coma secundario, trifolio secundario pentafolio; los pacientes astígmatas con lentes de contacto blando tóricos corrigen las aberraciones de bajo orden y no varían significativamente las de alto orden. Pacientes miopes con lentes blandos esféricos y rígidos esféricos corrigen las aberraciones de bajo orden y varían las aberraciones de alto orden cuadrifolio, coma secundario y trifolio secundario siendo esta variación clínicamente no significativa.