Resumen
La miopía es el defecto refractivo más común alrededor del mundo. Esta inicia en los primeros años de vida, debido a una interrupción en el proceso de emetropización. Estas modificaciones refractivas se atribuyen a cambios en la longitud axial, la curvatura corneal y el poder del cristalino, acompañado de un origen genético, el cual aumenta las probabilidades de que un niño se convierta en miope cuando sus padres presentan esta condición refractiva. <em><strong>Objetivo:</strong></em> conocer el proceso de emetropización y los cambios anatómicos que originan el desarrollo de la miopía en escolares. <em><strong>Metodología:</strong></em> se realizó una revisión de literatura a través de la búsqueda en distintas bases de datos. <em><strong>Resultados:</strong></em> factores anatómicos pueden intervenir en el proceso exitoso de la emetropización sin embargo, se resalta la cantidad de crecimiento axial y el error refractivo inicial como las características más influyentes, las cuales producen modificaciones en la potencia de la córnea y del cristalino. Las cifras reportadas en diferentes países para niños menores de 5 años son alentadoras no obstante, a medida que aumenta la edad, la prevalencia incrementa desmesuradamente, debido a factores genéticos y ambientales. <em><strong>Conclusiones:</strong></em> el mecanismo de emetropización se relaciona con el crecimiento del globo ocular: sus componentes biométricos son los responsables de los cambios en la refracción. Estas modificaciones anatómicas están influenciadas, en su gran mayoría, por aspectos genéticos en los primeros años de vida. En los siguientes años, el incremento se relaciona con factores ambientales y ocupacionales.