Resumen
Diversos microorganismos han sido descritos como agentes etiológicos de la uveítis, entre ellos el Toxoplasma gondii, se encuentra como parásito del gato y algunos felinos. En las materias fecales de los gatos salen los ooquistes los cuales son infectantes. Cuando se ingieren se desarrolla una infección con reproducción rápida de formas conocidas como taquizoitos. Los parásitos posteriormente desarrollan quistes que contienen en su interior numerosos bradizoitos. La formación de quistes hace que la infección se vuelva crónica y permanezca en forma latente por muchos años. En la fase de reproducción por taquizoitos hay daño celular y reacción inflamatoria. Por diseminación hemática o linfática hay invasión hacia todo el organismo. Las lesiones oculares por Toxoplasma gondii tanto en la forma congénita como en la adquirida constituyen una uveítis granulomatosa. Se estudiaron 25 pacientes del Instituto de Investigaciones Optométricas de la Universidad de La Salle, y pacientes captados en brigadas de salud realizadas en las veredas a las afueras de la ciudad de Bogotá. Se tomaron muestras serológicas para determinar los títulos de anticuerpos isotipo IgG e IgM contra T. gondii mediante la técnica de Microelisa (Diagnostics systems). Con relación a las pruebas serológicas para infección intraocular por Toxoplasma gondii, se detectaron títulos de anticuerpos anti-Toxoplasma en el 92% (23/25) de los casos. Se descartó infección reciente en el 86% (20/23) de las pruebas positivas ya que los valores de IgM fueron negativos y sólo en el 13% (3/23) se detectó una infección reciente. De los casos positivos el 62% presentó uveítis y el 34% retinocoroiditis. En este estudio, al comparar la presencia de anticuerpos contra T. gondii con la convivencia con animales y la zona de procedencia, se observó que 11 pacientes (91%) con títulos positivos conviven con animales y su procedencia es urbana, 10 pacientes (83%) que habitan en zona urbana no conviven con animales y 2 conviven con animales y habitan en zona rural (100%), por lo tanto no existe asociación estadísticamente significativa entre la convivencia con animales y la zona de procedencia.